Manuel Isidro Molina Gavidia, «maestro de maestros del periodismo venezolano»

Trujillano, de Valera, donde nació hace 110 años, todavía anda reporteando sobre el qué hacer con la patria, para luego, en sala de aula imaginaria, decirle a sus miles de alumnos que el periodismo, bien entendido y mejor llevado a cabo, es un serio compromiso. Igual en vida lo recomendaba porque para el Maestro, el país, la nación, la Patria lo era todo y en ese afiebrado resumen de amor el Periodismo era su lanza con la cual despejaba mitos, leyendas y construía realidades.


Por eso, los que estuvimos a su vera y ya  llevamos muchos, pero muchos años asidos de su historia, hoy le celebramos su fecha natal y, sin temor alguno, a riesgo de todo riesgo, enarbolamos su bandera bien alta para que todo el mundo sepa hasta dónde fue grande la dignidad de este hombre, de este andino, de este venezolano que desde hace tiempo figura entre los  más ilustres.


Manuel Isidro Molina, el Maestro de todos, pasó por la vida construyendo barricadas para atajar el pesimismo de los que, indolentes, no miraban más allá del árbol por temor al bosque. Cruzó todos los caminos que podían llevarle a sitios que le esperaron siempre para rendirle honores, que él no aceptó porque, decía, su vida la envolvía una modestia tan suya, tan cierta y tan hermosa en su imagen que se reflejaba en sus ojos, ojos que miraban el alma de la gente, como los de Borges, el gran poeta universal que Buenos Aires le regaló al mundo. Y su palabra, gruesa, firme, siempre plena de verdades, de recomendaciones, también de críticas a la hora de decirlas y que todos, con respetuoso silencio le escuchábamos, nos inculcaba valor para escribirlas y que las leyeran los que se sintieran culpables.

 

Fue un hombre cordial, aunque guardaba la distancia, porque su imagen toda, de buen samaritano lo hacía ser prudente, sin embargo se entregaba a la amistad a todo evento porque creía, y así lo divulgaba, en que los hombres dejaban que su corazón les marcase el norte. Y no se equivocaba.


Intelectual, de obra limpia, pedagógica, quizás uno o cien versos habrán quedado escondidos en algún lugar de su biblioteca tan selecta, Manuel Isidro Molina se entregó a la enseñanza como ningún otro de sus paisanos de Trujillo y, debemos decirlo, como muy pocos de sus colegas en toda la república, donde su nombre se hizo fuerte, baluarte de fe, de esperanza, de voluntad, que le ganó sitial preponderante en la Educación Venezolana, con dedicación plena en la Enseñanza del Periodismo; enseñanza que, sin duda y a la fecha, ha rendido buenos frutos. Asunto que nadie podrá jamás negarlo.


El querido profesor, ya se dijo un gran venezolano, quedó para siempre marcado entre los constructores del periodismo moderno venezolano; altísimo honor porque su nombre, su historial, su vida misma, que fue un tránsito hermoso y grande, poderoso e importante,  todo el país le llevó allí con el más sincero gesto de complacencia y de agradecimiento.

Orlando Oberto Urbina, Manuel Isidro Molina Peñaloza y Alfredo Aguilar, durante el conversatorio realizado en el CNP Mérida.

Orlando Oberto Urbina, Manuel Isidro Molina Peñaloza y Alfredo Aguilar, durante el conversatorio realizado en el CNP Mérida.


 

Una sola mención, como ejemplo: su vibrante tarea como gremialista fue motivo de empuje siempre y de orgullo para toda la vida con la creación del reglamento y leyes que conformaron el actual Colegio Nacional de Periodistas, que sustituyó a la siempre recordada y honrosa también Asociación Venezolana de Periodistas, la AVP. Tan sola esta notoria participación le hace grande al Maestro que hoy le celebramos el 110 aniversario de su nacimiento.


Vaya mi abrazo a toda su familia, a sus hijos, de parte de sus amigos que somos todos los que, arriba lo dijimos, vamos por el mundo haciendo Periodismo, el buen periodismo que Manuel Isidro Molina nos enseñó.


Y en esta hora complicada y  difícil para la república, recordamos que una buena tarde, aquí en Mérida, durante las deliberaciones de nuestra Convención Nacional, nos dijese: “Muchachos, no descansen en decir verdades. Las verdades no hunden, por el contrario elevan”. En eso andamos, Maestro.

Por Alfredo Aguilar, secretario general del CNP Mérida

Comentarios

Entradas populares de este blog

El 20 de diciembre de 1994, muere el extraordinario cantante de La BILLO'S, el siempre recordado Cheo Garcia.

19 de diciembre de 1929, nace en Caicara del Orinoco, el Artista Plástico, Régulo Pérez

El 17 de diciembre de 1790, en la antigua PLAZA MAYOR de México es descubierto EL CALENDARIO AZTECA

15 de diciembre de 1789: Nace en La Guaira, El notable, Carlos Soublette

18 de diciembre de 1889: Nace en Valencia. Estado Carabobo, José Rafael Pocaterra

21 de diciembre de 1811, hace 214 años, se establece la primera constitución de Venezuela

16 de diciembre de 1782, nace en Barcelona, Estado Anzoátegui, el Prócer de nuestra INDEPENDENCIA, Diego Bautista Urbaneja Sturdy

Centellazos Sin Censura, 18 de diciembre de 2025: Por Alexander Compiani CNP 2031

José Antonio Kast es el nuevo presidente de Chile