CARTA DE HUGO CARVAJAL BARRIOS AL PRESIDENTE DONALD J. TRUMP
Estimado señor presidente Trump y
pueblo de los Estados Unidos:
Me llamo Hugo Carvajal Barrios. Durante
muchos años, fui un alto cargo del régimen venezolano. Fui un general de tres
estrellas, de la confianza de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y me desempeñé como
Director de Inteligencia Militar y Diputado de la Asamblea Nacional. Hoy me
encuentro en una prisión estadounidense porque me declaré culpable
voluntariamente de los delitos que se me imputan: una conspiración
narcoterrorista. Escribo para expiar mis pecados contando toda la verdad, para
que Estados Unidos pueda protegerse de los peligros que presencié durante
tantos años.
Rompí públicamente con el régimen de
Maduro en 2017 y huí de mi país, sabiendo que enfrentaba cargos criminales en
Estados Unidos. Al hacerlo, me convertí en su enemigo. Conociendo los riesgos, actué
con la más firme convicción para desmantelar el régimen criminal de Maduro y
traer la libertad a mi país. Hoy, veo la necesidad de hablar con el pueblo
estadounidense sobre la realidad del régimen venezolano y por qué las políticas
del presidente Trump no solo son correctas, sino absolutamente necesarias para
la seguridad nacional de Estados Unidos.
1. Narcoterrorismo
Fui testigo personal de cómo el
gobierno de Hugo Chávez se convirtió en una organización criminal que ahora
está dirigida por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros altos funcionarios
del régimen.
El propósito de esta organización,
ahora conocida como el Cártel de los Soles, es utilizar la droga como arma
contra Estados Unidos. Las drogas que llegaron a sus ciudades por nuevas rutas
no fueron producto de la corrupción ni obra de narcotraficantes independientes;
fueron políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano contra
Estados Unidos.
Este plan fue sugerido por el régimen
cubano a Chávez a mediados de la década de 2000 y se ha ejecutado con éxito con
la ayuda de las FARC, el ELN, agentes cubanos y Hezbolá. El régimen ha
proporcionado armas, pasaportes e impunidad a estas organizaciones terroristas
para que operen libremente desde Venezuela contra Estados Unidos.
2. Tren de Aragua
Estuve presente cuando se tomaron
decisiones para organizar y utilizar como arma a las bandas criminales en toda
Venezuela para proteger al régimen, entre ellas el grupo conocido como el Tren
de Aragua. Chávez ordenó el reclutamiento de líderes criminales dentro y fuera
de las cárceles para defender la revolución a cambio de impunidad. Tras la
muerte de Chávez, Maduro amplió esta estrategia exportando la criminalidad y el
caos al extranjero para atacar a los exiliados políticos venezolanos y reducir
artificialmente las estadísticas de delincuencia en Venezuela. Se ordenó a los
líderes de las bandas expulsar a miles de miembros del país. Esto se coordinó a
través del Ministerio del Interior, el Ministerio de Prisiones, la Guardia
Nacional y la policía nacional. El Tren de Aragua se convirtió en el más eficaz
y de mayor crecimiento.
Cuando la política de fronteras
abiertas de Biden-Harris se hizo pública, aprovecharon la oportunidad para
enviar a estos agentes a Estados Unidos. Ahora cuentan con personal obediente y
armado en territorio estadounidense. Para financiar sus operaciones, recibieron
instrucciones explícitas de seguir secuestrando, extorsionando y asesinando.
Cada delito que cometen en su territorio es un acto ordenado por el régimen.
3. Contrainteligencia y espionaje contra Estados
Unidos
Estuve presente cuando la inteligencia
rusa llegó a Caracas para proponer a Hugo Chávez la intervención de los cables
submarinos de Internet que conectan la mayor parte de América del Sur y las
islas del Caribe con Estados Unidos, con el fin de penetrar las comunicaciones
del gobierno de Estados Unidos.
En 2015, le advertí a Maduro que
permitir que la inteligencia rusa construyera y operara un puesto de escucha
secreto en la isla La Orchila algún día provocaría bombas estadounidenses. Me
ignoró.
Durante veinte años, el régimen
venezolano envió espías a su país; muchos siguen allí, algunos disfrazados de
miembros de la oposición venezolana. La inteligencia cubana me mostró sus redes
dentro de sus bases navales en la Costa Este. Se jactaron de haber enviado
miles de espías durante décadas, algunos de ellos ahora políticos de carrera.
Diplomáticos estadounidenses y agentes
de la CIA recibieron pagos para ayudar a Chávez y Maduro a mantenerse en el
poder. Estos estadounidenses actuaron como espías para Cuba y Venezuela, y
algunos siguen activos hasta la fecha.
4. Smartmatic y sus elecciones
5. Smartmatic nació como
una herramienta electoral del régimen venezolano, pero pronto se convirtió en
una herramienta para ayudar a que el régimen se mantuviera en el poder. Lo sé
porque puse al jefe de informática del Consejo Nacional Electoral (CNE) en su
puesto, y él reportaba directamente a mí. El sistema Smartmatic puede ser
alterado; esto es un hecho. Esta tecnología se exportó posteriormente al
extranjero, incluso a Estados Unidos. Los agentes del régimen mantienen
relaciones con funcionarios electorales y empresas de máquinas de votación
dentro de su país. No afirmo que todas las elecciones sean robadas, pero afirmo
con certeza que las elecciones pueden ser manipuladas con el software, y se ha
utilizado para ello.
6. Pueblo de los Estados
Unidos, no se equivoquen acerca de la amenaza que representa permitir que una
organización narcoterrorista ande libremente por el Caribe y por toda América
Latina, haciendo todo lo posible para dañar al pueblo estadounidense, financiar
el antiamericanismo en todo el continente y facilitar las operaciones de otras
organizaciones terroristas y enemigos de los Estados Unidos dentro de Venezuela
y ahora dentro de sus fronteras.
7.El régimen al que
serví no solo es hostil; está en guerra con ustedes, utilizando las drogas, las
pandillas, el espionaje e incluso sus propios procesos democráticos como armas.
Las políticas del presidente Trump contra el régimen criminal de Maduro no solo
están justificadas, sino que son necesarias y proporcionales a la amenaza.
Incluso podría estar subestimando lo que el régimen está dispuesto a hacer para
aferrarse al poder. Tienen planes de contingencia para cualquier escenario
extremo a fin de asegurarse de nunca ceder el control.
8.Apoyo plenamente la política del presidente Trump hacia Venezuela, ya que es en defensa propia y actúa con fundamento en la verdad. Estoy dispuesto a proporcionar más detalles sobre estos asuntos al gobierno de Estados Unidos.
Hugo Carvajal Barrios
EEstados Unidos de América
2 2 de diciembre de 2025

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