Rafael Uzcátegui: La situación cambiaría si nos unimos todos los venezolanos y le decimos a Maduro «convoca una nueva elección»
La invasión de EEUU "se evita con la disposición de los
venezolanos a enfrentarla en las condiciones que impongan", asegura el
secretario general del PPT-APR / Texto, fotos y videos: Vanessa Davies y José
Gregorio Yépez
Mucha historia de Venezuela se concentra en esta figura que hoy lanza palabras que son como hojillas. Sin concesiones. Sin censura. Sin temores. Rafael Uzcátegui, secretario general de Patria Para Todos-Alternativa Popular Revolucionaria (PPT-APR), es sobreviviente de la lucha armada, de los gobiernos adeco-copeyanos, del chavismo y del madurismo. Siempre ha sido irreverente, y no ve ninguna razón para dejar de serlo. Dice: «Hay que hablar como es».
-¿Qué es
«hablar como es» en este momento?
-Es decir la verdad, y la verdad
siempre será revolucionaria. Gramsci hablaba de la verdad como un principio
revolucionario. Hay que hablarle claramente al mundo.
-¿Qué hay
que decir?
-América Latina, por ejemplo. ¿Qué
es Trump? ¿Qué es Milei? Son la expresión de la riqueza llevada a los términos
del irrespeto a la condición humana.Lo que sucede en Gaza. El silencio en la
Iglesia católica. Un papa, que es un híbrido norteamericano con otras
nacionalidades, responde, pero responde sin la fuerza. Recordamos al papa
polaco que, cuando se habló de las armas de destrucción masiva, dijo que era
inmoral. Estamos como a la defensiva.
-¿Quiénes?
-Los factores revolucionarios y los
factores de izquierda. ¿Por qué? Porque hemos rebajado la calidad de nuestro
discurso, de nuestra narrativa.
-¿A qué se
refiere?
-El capitalismo está a la ofensiva
en el mundo. Y no solamente está a la ofensiva. Hoy, el contenido neoliberal
capitalista lo defienden los chinos, y Trump, Milei, este conjunto de
personajes de América Latina y el mundo, incluyendo a la jefa del trumpismo en
Venezuela, que es María Corina Machado. Ella no tuvo escrúpulos de llamar a
Trump para decirle que le dedicaba el Nobel y agradecerle lo que había hecho
por la libertad en Venezuela. Libertad que no sabemos cuál es. Ella no se ha
referido al salario, no se ha referido a las prestaciones sociales, no se ha
referido a un conjunto de conquistas sociales que fueron liquidadas por Nicolás
Maduro. Nicolás Maduro ni siquiera habla de salario, porque hoy el salario
representa nada. Con el salario básico no puedes ni comprar una bolsita de sal
de las más pequeñita. Creo que ocasiona más gasto para el Estado mantener esa
figura que no existe. En la estructura financiera del Estado venezolano es un
alto costo mantener una ficción que es el salario.
-Pero Trump
promete cambiar eso.
-Promete lo que está sucediendo en
Estados Unidos: liquidó la salud, ha liquidado la educación. Conquistas. El
sindicalismo norteamericano fue muy importante. La lucha norteamericana es la
lucha del 1 de mayo.
-¿Usted ve
que Trump traería una situación similar para acá?
-Trump es eso, es lo que se está imponiendo. Y María Corina
responde como una súbdita de Trump; le agradece, le dedica el Premio Nobel. Y
Trump, displicentemente la ignora,
-¿Qué
hacemos ante gente que quiere que salga el gobierno y ve en EEUU la opción?
-Eso no se puede ocultar. Así como salieron panameños con la
bandera de Estados Unidos a saludar la invasión norteamericana, hay uan franja
en Venezuela que guarda silencio. He insistido por la red X en que por qué no
hablamos de los capitales sionistas en Venezuela. Si el sionismo es aliado de
Trump, ¿cómo se van a comportar los capitales sionistas si nos invaden?
Para Uzcátegui, el Estado necesita
estar al tanto de la situación interna: «Como tenemos la flota norteamericana
en el Caribe, en una emergencia como esa el Estado tiene que saber quiénes son
los posibles aliados de una invasión o unos ataques con drones. A lo mejor lo
que puede haber es cohetes sobre la infraestructura».
-¿Qué
escenario ve?
-El tamaño de la movilización de
Trump es para algo. ¿De qué tamaño es? No sabemos, porque Trump juega a la
presión y a conquistar mercados. Una de las cosas que se ven es que asustó a
los caribeños. Hay una base de la OTAN en Curazao y Aruba, y eso está a minutos
del Complejo Refinador de Paraguaná. Si metes un cohetazo, Paraguaná se
convierte en una isla. Un avión de los que se levanta en vertical solo necesita
apuntar y disparar; ni siquiera debe salir del territorio de Aruba y Curazao.
Es la realidad. Ahora, ese despliegue de EEUU ya lo tenemos. Tenemos nueve
bases en Colombia. ¿Qué hacen esas bases allí? ¿Cómo actúa la DEA? En este
momento tenemos frente a Guasdualito, a pocos minutos pasando el puente, una
base norteamericana que cuida los oleoductos. Te paras en El Amparoy ves a los
norteamericanos que pasan.
-Si ya están
las bases, ¿para qué es el despliegue en el Caribe?
-Para atemorizar.
-¿No cree
que haya un ataque?
-De Trump yo creo todo. Trump engañó
a los iranianos. Les dijo que no, y pazzzz.
-¿Qué
significa todo?
-Que puede haber una decisión. Eso
tiene amplias implicaciones, porque abriría una guerra en el continente.
Invadir es una cosa muy compleja. Estados Unidos abandonó las invasiones.
-¿Entonces
qué cree que ocurriría?
-Cohetes. El gobierno iraniano y el
gobierno yemení, y la dirigencia de Hamas y la dirigencia de Hizbulá fueron
destruidas a punta de cohetes. Milimétrico. La autoridad de los chiítas
libaneses les demolieron la casa, estaba como a 60 metros y allí llegaron los
cohetes.
-¿Para qué
los cohetes en el caso venezolano?
-Los disparan donde esté el
gobierno. ¿A quién acusa Trump de ser el supuesto «cartel de los soles»?
-¿Pero para
qué?
-Para entregarle el gobierno a la
señora María Corina, que es quien lo está reclamando. Además es el personaje
activo, reconocido por demócratas y republicanos en Estados Unidos. La acción
sería para entregarle el poder a María Corina. Es lo que dicen los influencer,
los youtubers y los analistas venezolanos en Estados Unidos.
-Llegamos a
esta situación como consecuencia de algo.
-Hay una cosa que tenemos que desenterrar. A la izquierda
venezolana no se le permitió participar en la elección. No tuvimos derecho. Es
más, le dieron derechos y posibilidades a la derecha venezolana. Tenemos la
solicitud de un partido, el Partido de los Trabajadores, que tiene cuatro o
cinco años. Lo hicimos sin mucho escándalo. Hay reclamos de otras
organizaciones. Manuel Isidro Molina avanzó hasta el nombre, le permitieron el
nombre pero no recoger las firmas para la legalización. Aquí legalizaron a la
MUD, que no ha tenido expedientes en el CNE; fue una organización acordada, a
Capriles le entregaron derecho de partido. Un partido de derecha, un partido
fascista lo acepta el CNE que tenga la cualidad electoral para participar en
elecciones, pero un partido de izquierda, no. La izquierda en Venezuela está
proscrita.
-Volvemos al
28 de julio de 2024.
-El que reclama la Presidencia un
día antes se había refugiado en una embajada. Y no solamente se refugió, sino
que negoció, firmó una caución. Un presidente así no tiene cualidad moral.
-Pero
supuestamente ganó la elección.
-Pero la pierde. Firmó una caución.
-Supuestamente
lo hizo en defensa propia.
-No. Ahí está.
Su conclusión es que «en Venezuela
no hay presidente, y por eso nosotros insistimos en que es necesario hacer una
nueva elección con un nuevo Consejo Nacional Electoral y con las garantías, el
derecho y la igualdad ante la ley. Que todos tengamos los derechos. Y algo que
ha pedido un sector de la sociedad venezolana: la liberación de los presos
políticos».
-¿Cómo
podríamos evitar la invasión? ¿Repitiendo elecciones?
En primer lugar la invasión se evita con la disposición de los
venezolanos a enfrentarla en las condiciones que impongan. Aquí no hay otro
camino. Si los señores norteamericanos pisan suelo venezolano se destapó el
conflicto y no sabemos cómo va a ser la recomposición y las alianzas.
-¿Qué debe
hacer la izquierda en ese escenario?
-¿La izquierda? Ser izquierda.
Mantener los principios morales, éticos.
-¿Qué
significa eso en los hechos?
-Nosotros llamaremos al pueblo a
detener la invasión. Detenerla. Primero, pronunciarnos. Los tiempos han
cambiado. Producir una acción como la de Gaza en el continente no es fácil. El
Caribe está en conflicto. Es el norte de América del sur.
-¿Se refiere
a la izquierda?
-La izquierda. Todo el que se sienta
venezolano y patriota tiene el derecho de rechazar la invasión norteamericana.
-Hay de
derecha y de izquierda.
-Todo el que se considere patriota.
En segundo lugar, vamos a tener que resolver el problema del poder político en
Venezuela.
-¿De qué
manera?
-Nosotros ofrecemos una salida, una
propuesta para una salida constitucional, democrática y popular. Hacer una nueva
elección, con nuevos candidatos, inmediatamente. Ya, si fuera posible.
-¿Maduro
puede participar?
-Habría que ver. ¿Por qué razón?
Porque Maduro es el autor de todo lo que ha pasado. Hay que empezar a
caracterizar el gobierno venezolano. El PSUV no es un partido democrático ni
revolucionario; es un partido que lo gobiernan seis familias, que son las
familias del poder y que tienen príncipes: los hijos y las hijas, los nietos.
-Si eso es
así, ¿Trump está «haciendo un favor»?
-Aquí vale esa expresión criolla:
«No me defiendas, compadre». Trump no es un libertador. Trump declaró que
estuvo a punto de quedarse con el petróleo venezolano. Hay que tomarlo en
serio. Su sinceridad es brutal.
-¿Qué debería hacer Trump?
-En primer lugar, retirar las tropas
del Caribe, porque existe el Tratado de Tlatelolco, y no puede haber en el
Caribe desplazamientos nucleares. Estados Unidos no lo firmó, pero Suramérica
lo firmó.
-¿Cómo
resolvemos nosotros nuestro problema?
-Proponemos convocar inmediatamente
una elección.
-¿Qué haría
cambiar a Maduro de opinión? ¿Qué cambiaría la situación?
-Que nos unamos todos los
venezolanos y le digamos a Maduro «convoca una nueva elección».
-¿Más allá
de la izquierda?
-Más allá de la izquierda, porque tenemos el derecho a resolver constitucionalmente, popularmente, democráticamente nuestras diferencias para evitar lo que está al frente.
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