La banca clandestina en China lidera el blanqueo de capitales
A pesar de las sanciones y los esfuerzos de inteligencia de países como Estados Unidos, la naturaleza descentralizada y tecnológicamente avanzada de estos bancos en la sombra los hace mucho más resistentes que las antiguas redes de lavado de los cárteles de la droga. Una banca clandestina China desarticulada en España.
Las organizaciones clandestinas de China han logrado apoderarse de una de las industrias ilícitas más grandes del planeta tras desplazar a sus competidores mediante la reducción drástica de costos y la innovación operativa.
Según detalla un informe de The Economist, estas redes dominan actualmente el lavado de dinero internacional, facilitando la legitimación de capitales provenientes del narcotráfico y de robos cibernéticos masivos.
Su éxito se basa en ofrecer comisiones de apenas el 1% o 2%, muy por debajo del 10% que cobraban los lavadores tradicionales, lo que les ha permitido gestionar gran parte de los 154.000 millones de dólares en ganancias ilícitas que transitan anualmente por China.
Una mecánica financiera invisible
El núcleo de este sistema es la denominada transacción espejo, un método que aprovecha los estrictos controles de capital de Pekín para beneficiar simultáneamente a criminales y a ciudadanos chinos acaudalados.
En este esquema, un cártel con dólares en efectivo en Estados Unidos entrega el dinero a la red clandestina; paralelamente, un ciudadano chino que desea sacar su patrimonio del país transfiere yuanes a una cuenta controlada por la misma red en China.
El intermediario libera los dólares en Estados Unidos para el ciudadano chino y utiliza los yuanes acumulados para comprar productos legítimos o precursores químicos que son exportados a los criminales, cerrando el ciclo sin que el dinero cruce fronteras físicas ni deje rastro bancario internacional.
Obstáculos para la justicia global
Las autoridades occidentales enfrentan graves dificultades para desmantelar estas estructuras debido a la falta de cooperación judicial con China y al uso generalizado de aplicaciones de mensajería con cifrado de extremo a extremo.
Además de las transacciones espejo, estas organizaciones diversifican sus métodos mediante el uso de criptomonedas, el reclutamiento de estudiantes y personas vulnerables como mulas bancarias y la creación de plataformas de comercio electrónico que encubren actividades delictivas.
The Economist

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